La viruela de dragón es una enfermedad altamente contagiosa y potencialmente mortal que afecta a la comunidad mágica, incluidos magos y brujas. Conocida por sus síntomas distintivos, como erupciones de color verde y púrpura y una coloración verdosa de la piel, esta enfermedad ha sido una amenaza constante en el mundo mágico desde tiempos inmemoriales. La viruela de dragón se manifiesta de manera similar a las enfermedades muggles como la varicela y la viruela, pero con características únicas que solo los afectados por esta enfermedad mágica pueden experimentar, como la emisión de chispas por las fosas nasales al estornudar.

A lo largo de la historia, la viruela de dragón ha tenido un impacto significativo en la comunidad mágica, causando la muerte de muchas personas, incluidos magos y brujas de renombre. Los primeros casos registrados se remontan a la Edad Media, afectando a aquellos que trabajaban con dragones, particularmente con los peligrosos Vipertooths peruanos. La enfermedad no distingue entre edades, aunque los ancianos parecen ser más susceptibles a sus efectos letales. El Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas, una institución clave en la atención médica mágica, aún mantiene una sala dedicada a tratar esta enfermedad, evidenciando que la viruela de dragón sigue presente en la actualidad.

Historia

La viruela de dragón ha sido una amenaza constante en la comunidad mágica desde tiempos inmemoriales. Los primeros casos registrados de la enfermedad surgieron entre magos que trabajaban con Vipertooths peruanos, uno de los tipos de dragones más peligrosos. En la década de 1100, se documentó que Gunhilda Kneen tuvo que renunciar a su puesto de Cazadora en un partido de Quidditch debido a un caso leve de la enfermedad.

La primera persona conocida que murió de viruela de dragón fue Chauncey Oldridge en 1379. A lo largo de los siglos, la enfermedad continuó afectando a magos y brujas, causando numerosas muertes. Durante los siglos XVI y XVII, Gunhilda de Gorsemoor, una sanadora talentosa y pocionera, desarrolló una cura para la viruela de dragón, lo que representó un avance significativo en la lucha contra la enfermedad.

A pesar de la cura, la viruela de dragón no ha sido completamente erradicada. En 1747, el Ministro de Magia Eldritch Diggory murió en el cargo debido a esta enfermedad. Otros magos notables que sucumbieron a la viruela de dragón en el siglo XX incluyen a Abraxas Malfoy y Fleamont y Euphemia Potter. La enfermedad también afectó a personajes contemporáneos como Elphias Doge, quien la contrajo poco antes de ingresar a Hogwarts en 1892.

El Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas mantiene una sala dedicada a los pacientes afectados por la viruela de dragón, lo que indica que la enfermedad sigue siendo una preocupación en la actualidad. Un brote reciente impidió la participación del Equipo Nacional Moldavo de Quidditch en la Copa Mundial de Quidditch de 2014, mostrando que la viruela de dragón aún puede tener un impacto significativo en la comunidad mágica.

Síntomas y diagnóstico

La viruela de dragón se caracteriza por una serie de síntomas distintivos que permiten su diagnóstico relativamente rápido. Los principales síntomas incluyen:

  • Erupciones de color verde y púrpura en la piel.
  • Coloración verdosa de la piel, que puede ser especialmente notable en casos severos.
  • Chispas que salen de las fosas nasales al estornudar, un síntoma único que distingue esta enfermedad de otras similares.

Los casos leves de viruela de dragón presentan un sarpullido verde y morado entre los dedos de los pies, mientras que los casos más graves pueden cubrir todo el cuerpo del paciente con estas erupciones. La piel del paciente adopta un desagradable color verdoso, que puede durar incluso después de que otros síntomas hayan desaparecido.

Para diagnosticar la viruela de dragón, los sanadores generalmente observan los síntomas físicos del paciente. La presencia de erupciones verdes y púrpuras junto con la emisión de chispas nasales al estornudar son indicadores claros de la enfermedad. En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad del brote.

Es fundamental que los pacientes busquen tratamiento en el Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas o en otra instalación médica mágica adecuada tan pronto como aparezcan los síntomas.

Tratamientos

El tratamiento principal para la viruela de dragón es la cura desarrollada por Gunhilda de Gorsemoor en el siglo XVI o XVII. Aunque esta cura ha sido efectiva para salvar muchas vidas, la enfermedad no ha sido completamente erradicada. El tratamiento estándar incluye:

  • Administración de la cura de la viruela de dragón, una poción desarrollada específicamente para combatir los síntomas y eliminar el virus del cuerpo del paciente.
  • Reposo adecuado para permitir que el cuerpo del paciente se recupere.
  • Hidratación constante para ayudar a eliminar las toxinas del cuerpo.
  • Aplicación de ungüentos y pociones tópicas para aliviar las erupciones y reducir la irritación de la piel.
  • Monitoreo constante por parte de sanadores en el Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas o en otras instalaciones médicas adecuadas.

En casos severos, los pacientes pueden requerir hospitalización prolongada y cuidados intensivos. Es esencial que los pacientes eviten el contacto con otras personas durante el tratamiento para prevenir la propagación de la enfermedad. La cuarentena y el aislamiento son medidas comunes para controlar los brotes de viruela de dragón.

Casos notables

A lo largo de la historia, la viruela de dragón ha afectado a numerosos magos y brujas, incluyendo figuras prominentes de la comunidad mágica. Algunos de los casos más notables incluyen:

  • Chauncey Oldridge: La primera persona conocida que murió de viruela de dragón en 1379.
  • Eldritch Diggory: El Ministro de Magia que falleció en el cargo en 1747 debido a esta enfermedad.
  • Abraxas Malfoy: Un mago influyente que murió en la segunda mitad del siglo XX.
  • Fleamont y Euphemia Potter: Los abuelos de Harry Potter, quienes también sucumbieron a la viruela de dragón.
  • Elphias Doge: Contrajo la enfermedad poco antes de su ingreso en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en 1892.
  • Queenie y Porpentina Goldstein: Ambas perdieron a sus padres debido a la viruela de dragón cuando eran pequeñas.
  • Gunhilda Kneen: Una cazadora de Quidditch en la década de 1100 que tuvo que renunciar a su puesto debido a un caso leve de la enfermedad.
  • Howland Coopey: Un individuo que escribió al diario El Profeta con síntomas que fueron diagnosticados como viruela de dragón por el profesor Helbert Spleen.
  • Equipo Nacional Moldavo de Quidditch: No pudo participar en la Copa Mundial de Quidditch de 2014 debido a un brote de viruela de dragón en su campo de entrenamiento.

Gunhilda de Gorsemoor y su legado

Gunhilda de Gorsemoor (1556-1639) fue una sanadora excepcional, conocida por su descubrimiento de la cura para la viruela de dragón. Nació en 1556 y, aunque no se sabe mucho sobre su vida temprana, es probable que asistiera al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en su juventud, desde 1567 hasta 1574. Su contribución fue importante para reducir la mortalidad de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de los afectados.

Características de Gunhilda de Gorsemoor:

  • Tuerta y jorobada: A pesar de sus discapacidades físicas, Gunhilda demostró una gran capacidad y determinación en su trabajo.
  • Sanadora y pocionera dotada: Reconocida por su habilidad en la elaboración de pociones y tratamientos médicos.

Legado duradero

El impacto de Gunhilda en la medicina mágica es inmenso. Su cura para la viruela de dragón ha salvado innumerables vidas y continúa siendo una herramienta vital en el tratamiento de la enfermedad. Tras su muerte en 1639, su legado perduró de varias maneras:

  • Cromo de rana de chocolate: Gunhilda fue homenajeada con un cromo en la colección de ranas de chocolate, destacando su importancia en la historia mágica.
  • Estatua en Hogwarts: En el tercer piso del Castillo Hogwarts, una estatua de Gunhilda de Gorsemoor se encuentra en el Corredor de Gunhilda de Gorsemoor. Esta estatua es famosa porque, al golpear su joroba con una varita y decir el hechizo «Dissendium», se revela un pasadizo secreto que lleva al sótano de Honeydukes en Hogsmeade.
  • Cura de la viruela de dragón: A pesar de no erradicar completamente la enfermedad, la cura desarrollada por Gunhilda sigue siendo el tratamiento estándar y ha mejorado significativamente la supervivencia de los pacientes.